Bienvenido a el oasis de la Huacachina, que se ha convertido en las últimas décadas en el destino favorito de miles de turistas extranjeros, desde los acomodados hasta los mochileros vienen a conocer este pedacito de desierto peruano.
El exuberante oasis se ubicada en medio de enormes dunas onduladas, posee tal belleza natural que da la bienvenida a un flujo constante de viajeros de todo el mundo.
La sensación de logro al escalar una duna de arena, sin duda le dará muchas razones para alardear. Si escalar una duna imponente no es lo suyo, puede pasear tranquilamente por el oasis y disfrutar de las vistas. Toda el área de la laguna de la Huacachina se puede explorar en aproximadamente en una hora y media, por lo que puede decidir aventurarse en las dunas de arena una vez que haya caminado por el pueblo.
1. Aprende sobre la fascinante historia de la laguna de la Huacachina
Una leyenda cuenta que la laguna recibió su nombre de una hermosa princesa inca, que poseía una voz tan dulce e inquietante que se la conocía como Huacca China (la niña que llora). La leyenda narra una historia bella e extraña, un día, mientras se bañaba, notó que un cazador la observaba. Asustada y sobresaltada, perdió el paso y cayo, al caer se rompió el espejo que llevaba en pequeños pedazos que se transformaron en la vital y desbordante laguna y, mientras huía de la escena sus túnicas se convirtieron en las imponentes dunas de arena que ahora conocemos.
La muchacha, la niña Huacca China de la inmensa pena no tardo en convertirse en una sirena que se dice, los del lugar lo afirman con tal certeza, que todavía vive en el lago, se dice que se aventura a cantar sus antiguas canciones en la oscuridad de la noche y así poder “visitar” a algún incauto que perdido en su voz se arriesgue a acercarse a las orillas de la imperturbable laguna.
La gente del pueblo a construido en un lugar especial, una estatua de piedra de la princesa sirena que domina el lago, para honrar esta leyenda.
2. Arriesgarse a subir a un loco paseo en buggy
Sin duda, el tour más popular de la laguna es el paseo en buggy por las dunas, estos arenales con sus sinuosas formas son la receta perfecta para un recorrido lleno de adrenalina.
En esta experiencia sin límites, los conductores certificados lanzan sus buggies sobre dunas imponentes a velocidades vertiginosas, a veces equilibrándolos sobre dos ruedas para que el corazón del visitante se acelere.
El recorrido es bastante emocionante, pero finalmente es Ud. quien solicita el nivel de riesgo, si así lo desea, el recorrido se puede realizar con un grado mayor de dificultad.
Una vez a bordo en la aventura, puede tomar increíbles fotos en las dunas. Algunos de los recorridos por las dunas finalizaran alrededor del atardecer, lo que le dará la oportunidad de contemplar una puesta de sol, un hermoso sunset con vista de la toda la Huacachina y de telón de fondo del desierto con sus onduladas dunas.
Fiesta en las dunas; está invitado(a).
3. Prueba el sandboarding
Al final del recorrido en buggy por las dunas, súbase a una tabla y láncese desde una duna de más de cien metros, esta actividad se ha convertido en la experiencia de bandera del lugar, disfrutar de cerca de esta experiencia no tiene precio, esta actividad es la más requerida entre los mochileros de Sudamérica.
Intentar mantenerse erguido sobre la tabla es todo un reto, es engañosamente difícil, incluso para aquellos que saben cómo surfear o si han hecho snowboard se les hace difícil, por lo que muchos optan por deslizarse tipo tobogán boca abajo hasta el fondo de la duna.
4. Remar por la laguna de la Huacachina
Si Ud., es de los viajeros más tranquilos, más calmos y sobre todo reacio al riesgo, conozca el paseo en bote de remos, con estos botes pequeños puede fácilmente realizar un crucero alrededor de la laguna, una experiencia totalmente relajante y tranquila, que también ofrece una perspectiva única de esta maravilla natural y las dunas cimbreantes circundantes. Puede aventurarse con su pareja y disfrutar de un momento romántico único para los dos, con todo alrededor y sin nada que los perturbe.
5. Relajase en el albergue
Dejando a un lado los buggies y el sandboarding, un viaje a la famosa laguna de la Huacachina se trata principalmente de tener momentos de sosiego y tranquilidad total, poner los pies en alto y disfrutar de las hermosas vistas.
Los albergues locales se han dado cuenta de esto, han mejorado sus infraestructuras y han construido piscinas con bares adyacentes para que los visitantes se relajen y disfruten del ambiente de una manera relajante, realmente la única forma adecuada de pasar las últimas horas de la tarde.
Además, no pierda la oportunidad de conocer el ambiente nocturno de la laguna, la atmósfera cambia radicalmente, con amigos puede acercarse a alguno de los bares pintorescos a tomarse alguna copa, nunca le será difícil encontrar un lugar agradable para conocer gente de todo el mundo.
Y no olvide disfrutar de un buen pisco, después de todo, el pisco es parte de la experiencia peruana, amigos.
6. Conoce algunos viñedos
A solo diez minutos en automóvil se encuentra la moderna ciudad de Ica, hogar de una gran industria del pisco de Perú. El pisco es elaborado con uvas blancas, este aguardiente parecido al brandy es la bebida nacional del Perú, es particularmente conocido por su trago bandera, el omnipresente pisco sour.
No pierda la experiencia de conocer y sobre todo disfrutar de un buen pisco y desde luego aprender sobre el proceso de producción en alguno de los famosos viñedos de alrededores.
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La belleza de esta laguna andina es super motivadora para unas lindas tomas de fotos y videos.
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